Trazar el camino donde las personas vivan en armonía con la naturaleza
Los desastres naturales se están volviendo más intensos y frecuentes, advierte presidenta del WWF.
Con frecuencia escuchamos a las personas hablar sobre un mundo hiperconectado, y sin embargo lo que necesita la mayoría de nosotros es conectarse con la naturaleza, la piedra angular de toda la vida en la Tierra.
La ciencia es una cosa, pero vivir y sentir la naturaleza es lo que la hace real para las personas, ya sean adultos o niños, sostiene Yolanda Kakabadse, Presidenta del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
« Lo hemos visto antes con la contaminación: al sufrir los impactos en su salud, las personas se han preparado para exigir los cambios necesarios y presionar a los gobiernos y empresas para que las apoyen. Ahora es el momento de conectarnos con la naturaleza en una escala mayor, y esta puede ser una experiencia sin igual »,
« No hay nada como estar en el mundo salvaje, en la cúspide de una montaña, en la entraña de un bosque o en medio de la inmensidad del océano, para sentir una profunda conexión con la naturaleza », agrega Kakabadse. Nuestras acciones están transformando al planeta en formas sin precedentes, y si seguimos así las consecuencias serán desastrosas.
Trazar el camino hacia un futuro sostenible
La biodiversidad sustenta muchos de los sistemas de la Tierra que damos por sentados, nos proporciona el aire que respiramos, la comida que comemos y el agua que bebemos; y mantiene los ecosistemas que la sociedad necesita si quiere prosperar mientras se asegura el acceso a materias primas esenciales, productos y servicios.
Aún así, nuestras propias acciones están llevando al planeta y su biodiversidad al borde del abismo. Actualmente estamos produciendo, usando y consumiendo comida y energía sin pensar en el mañana, y como si se tratara de un préstamo bancario, algún día alguien va a tener que pagar.
Producir mejor y consumir inteligente
Proteger el medioambiente de la mano con el desarrollo social y económico es fundamental, no solo porque garantizará nuestro bienestar, sino por razones económicas.
Producir mejor y consumir inteligentemente es clave para establecer mercados resilientes que permanezcan dentro de la operatividad segura de nuestro planeta, salvaguarden nuestra riqueza natural y contribuyan a la economía y a la prosperidad social. También puede ayudar a mejorar la estabilidad financiera y evitar los efectos de la escasez de recursos y desastres naturales, como inundaciones, tormentas y sequías.
Desastres intensos y frecuentes
El último Informe Planeta Vivo del WWF reveló que en 2020 la población de vida silvestre se habrá reducido en dos tercios en un periodo de 50 años, únicamente debido a la actividad humana. La pérdida de hábitats, y la degradación y sobrexplotación de la vida silvestre han alcanzado niveles sin precedentes en menos de una generación.
Los desastres naturales se están volviendo más intensos y frecuentes. El año pasado, en el sur y el este de África, un inusual y fuerte El Niño, acompañado con un récord de altas temperaturas, dejó a 36 millones de personas viviendo en sequía y con hambre. Y ahora los científicos nos alertan que grandes tormentas aumentarán su intensidad mientras el planeta se calienta y suben los niveles del mar.
Pero para la directora del WWF , hay todavía un resquicio de esperanza. Si la humanidad puede causar este nivel de daño, también puede arreglarlo. La producción de alimentos y materias primas, y los sistemas financieros y de energía requieren cambios radicales, algo que comienza con cada uno de nosotros.
Swisslatin / Pnuma News (16.08.2017)