Preocupa la creciente actividad de mercenarios y su impacto sobre los derechos humanos
Más de 20.000 combatientes extranjeros participan en conflictos armados en Siria, Iraq, Afganistán, Libia y Somalia.
El Grupo de Trabajo de Naciones Unidas sobre el uso de mercenarios advierte en un estudio sobre la creciente actividad de combatientes mercenarios en más de 80 países, la mayoría en Medio Oriente y Rusia.
El experto Gabor Rona, miembro del Grupo de Trabajo de Naciones Unidas sobre el uso de mercenarios, en una entrevista con Radio ONU, dio a conocer la existencia de un estudio de más un año de investigaciones, donde se evalúa la creciente actividad de estos combatientes y su impacto sobre los derechos humanos.
El informe que será presentado ante la Asamblea General en noviembre se dan a conocer algunas de las razones que podrían motivar a estos combatientes a enrolarse como mercenarios.
Ideología y dinero
“Simpatizar con los objetivos de los grupos a los que se unen no tiene por qué ser la motivación principal. Puede ser el dinero. A los mercenarios se les paga. También puede ser por ideología o simplemente la desafección política con sus propias circunstancias”, dijo Rona.
Como consecuencia, señaló el experto, la experiencia ha demostrado que estos combatientes son más proclives a cometer violaciones de derechos humanos, desde ataques contra civiles a la tortura, debido a que no provienen de esa población local y les importa menos conseguir un resultado pacífico.
Prevenir y reaccionar
Uno de los objetivos principales de la reunión es elaborar recomendaciones para los Estados sobre cómo prevenir y reaccionar a las actividades de los mercenarios.
Rona apunta que uno de los mayores desafíos es calibrar su respuesta al terrorismo de una manera que aborde el problema pero no viole los derechos humanos de las personas. Para ello, según el experto, es importante que los Estados se centren en la prevención más que en el castigo.
“El cómo es la pregunta difícil porque estamos hablando de problemas fundamentales de la sociedad, como la falta de educación, la pobreza, el desapego social. Pero no se puede combatir el terrorismo ni a los mercenarios impidiéndoles viajar. Cualquier esfuerzo que no tenga eso en cuenta está destinado al fracaso”, dijo Rona.
Base de trabajo
El estudio llevado a cabo por el equipo de cinco expertos está basado en una misión a Túnez del 1 al 8 de julio, dos reuniones e información recopilada a través de un cuestionario enviado a todos los Estados miembros, operaciones de paz relevantes y oficinas del Alto Comisionado de Derechos Humanos.
El Grupo de Trabajo de Naciones Unidas sobre el uso de mercenarios del que Rona forma parte fue creado en 2005. Por su parte, el Consejo de los Derechos Humanos se ocupa del tema y condenado en varias oportunidades el recurso a los mercenarios que hacen algunos gobiernos para mantener el poder en sus respectivos países.
Swisslatin (24.07.2015)