Poner énfasis en la salud y la prevención en la lucha contra el problema mundial de las drogas
La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDC) avanza hacia la despenalización gradual.
La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDC) llama a poner énfasis en la salud, el tratamiento y la prevención en la lucha contra el problema mundial de las drogas. Un pequeño cambio en enfocar el problema de la droga a nivel mundial.
El último informe de la ONUDC señala que el objetivo no es librar una guerra contra las drogas sino proteger la salud física y moral de la humanidad y sostiene que los tratados de combate al comercio y consumo ilícito de drogas «no pueden interpretarse como justificación, y mucho menos como exigencia de un régimen prohibicionista».
Un gran negocio
Más de 200.000 personas mueren anualmente a consecuencia del uso indebido de estupefacientes, mientras que el comercio clandestino de drogas genera cerca de 230.000 millones de euros al año, según el organismo.
Observadores consideran que se trata de la primera vez que la ONUDC “se distancia con tanta claridad de la estrategia de guerra contra las drogas impulsada por los EEUU en las últimas décadas”.
La legalización no es la solución
Cierto es que esta nueva visión no avala la liberalización de la producción, el consumo, ni las políticas de legalización de drogas puestos en marcha en Uruguay, el primer país que aprobó una ley para la venta y producción de marihuana en Latinoamérica.
«La legalización no es la solución al problema de las drogas», ha declarado el director ejecutivo de la ONUDC, Yuri Fedotov, refiriéndose a Uruguay.
El organismo considera que el acceso no controlado a las drogas aumentaría su accesibilidad, por lo que la «fiscalización», es decir, la prohibición, reduce la disponibilidad y hace que los precios sean más altos. Como argumento sostiene que las sustancias adictivas legales, como el alcohol o el tabaco, causan más daño que las que están prohibidas.
«Mientras que al año mueren en el mundo 0,2 millones de personas por consumo de drogas ilícitas, el alcohol acaba con la vida de 2,3 millones de personas, y el tabaco causa la muerte de 5,1 millones», afirma.
Pero no a la sanciones penales
El informe considera que «la prevención , el tratamiento basado en los derechos y la rehabilitación de los consumidores de drogas es el remedio más eficaz», y crítica que «algunos regímenes nacionales se apoyen todavía excesivamente en las sanciones y encarcelamiento y no en la atención sanitaria».
Algunos Estados como Pakistán y Rusia aplican políticas represivas, mientras otros europeos y algunos de América Latina abogan por tomar en consideración las ventajas de la liberalización.
Por otro lado, se admite que despenalizar el consumo contribuye a «descongestionar las cárceles y redistribuir recursos para asignarlos al tratamiento y facilitar la rehabilitación», así como a abordar el problema «en base a datos científicos y en pleno respeto de los Derechos Humanos» .
Swisslatin (16.03.2014)