Millones de personas continúan afrontando la exclusión social en el mundo
Un nuevo estudio de Naciones Unidas “No dejar a nadie atrás” advierte sobre la brecha económica y social.
El informe 2016 de la ONU sobre la situación social en el mundo, titulado “No dejar a nadie atrás” enfatiza que a pesar del enorme progreso social registrado en el mundo, muchas personas continúan afrontando exclusión social y acceso limitado a las oportunidades políticas y económicas.
El informe presentado por el Departamento de Asuntos Sociales y Económicos de la ONU (DESA) sostiene que que hay ciertos grupos de la población mundial que están quedándose atrás o son excluidos.
Minoría étnicas y raciales
“Entre ellos se encuentran las mujeres, la gente joven, las personas de edad, las personas que pertenecen a minorías étnicas o raciales, los migrantes tanto internos como internacionales, las personas con discapacidades”, precisó Marta Roig, oficial de Asuntos Sociales de DESA, una de las encargadas de elaborar el informe.
Los datos, tanto de países industrializados como en vías de desarrollo muestran que, por ejemplo, los niños con discapacidades y los de minorías étnicas tienen menos oportunidades de completar la educación secundaria que el resto de los menores.
Jóvenes y migrantes
En tanto, en el mercado laboral, los jóvenes, los migrantes, las mujeres y los indígenas son los que más a menudo sufren desempleo. También reciben los salarios más bajos o bien ningún ingreso.
Otro dato del estudio revela que más de 150 países cuentan con al menos una ley que discrimina a las mujeres, además de que en muchas naciones las mujeres son las que menos votan y están muy poco representadas en cargos públicos.
El estudio hace recomendaciones de políticas para ayudar a los Gobiernos a superar estas dificultades y abordar las barreras que limitan a las personas.
Modificar normas sociales
Una sugerencia fundamental es la importancia de políticas sociales de acceso universal, además de modificar las normas sociales, culturales y políticas, así como las actitudes que perpetúan estas exclusiones.
Un ejemplo por país lo constituye la República Centroafricana, que según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) cerca de la mitad de la población de necesita ayuda vital, es decir 1,6 millones de personas.
Pese a su potencial agrícola, esa nación registra una de las mayores tasas de desnutrición crónica y de mortalidad materna e infantil del mundo debido a la inseguridad, la falta de acceso a agua potable y la pobreza de los servicios de salud, además de la carencia de semillas e instrumentos de trabajo.
Swisslatin / UN News (01.12.2016)