Las mujeres en puestos de liderazgo debe ser la norma también en materia de paz y seguridad internacionales

Sima Bahous, directora ejecutiva de ONU Mujeres, durante la reunión del Consejo de Seguridad sobre sobre la mujer y la paz y la seguridad. (foto ONU/ Eskinder Debebe)
No podemos seguir excluyendo a la mitad de la humanidad de los asuntos relacionados con la paz y la seguridad internacionales, ha declarado este jueves el titular de la ONU ante el Consejo de Seguridad, haciendo hincapié en la necesidad de abordar plenamente los retos y las deficiencias que impiden que las mujeres tengan la misma voz que los hombres.
«Hoy, el liderazgo de las mujeres es una causa. Mañana, debe ser la norma», ha dicho el Secretario General en una reunión del Consejo de Seguridad en la que se trató la histórica resolución 1325 sobre Mujeres, Paz y Seguridad.
Mujeres en primera línea
Tras visitar la exposición fotográfica In their Hands: Women Taking Ownership of Peace (En sus manos: Las mujeres se adueñan de la paz), que recoge las historias inspiradoras de mujeres de todo el mundo narradas a través de los objetivos de distintas fotógrafas, António Guterres manifestó a los embajadores cómo la exposición da vida a las historias inspiradoras de mujeres de todo el mundo que “dedican sus vidas a la causa más importante y consecuente de todas, la paz».
«Desde la seguridad de esta sala, discutimos y debatimos los caminos de la paz para los países de todo el mundo», dijo el Secretario. «Pero las mujeres retratadas en la exposición están en primera línea de la lucha por la paz».
Las calificó de constructoras de la paz, agentes del cambio y líderes de los derechos humanos, y describió su labor en la mediación y negociación con grupos armados; la aplicación de acuerdos de paz; la promoción de transiciones pacíficas, y la lucha por los derechos de la mujer y la cohesión social en sus comunidades.
Aun así, «las mujeres permanecen en la periferia de los procesos de paz formales, y están en gran medida excluidas de las salas donde se toman las decisiones», señaló Guterres.
Una tendencia desalentadora
“El desequilibrio de poder entre hombres y mujeres sigue siendo la más obstinada y persistente de todas las desigualdades”, afirma Guterres. Esto se refleja en el incremento de la violencia y misoginia que las mujeres y las niñas sufren, en la infrarrepresentación de las mujeres en los puestos de toma de decisiones, y en un sinfín de dificultades a las que se enfrentan las mujeres en situaciones de conflicto.
“En cada emergencia humanitaria, el reloj de los derechos de las mujeres se detiene. Está retrocediendo”, se lamenta el Secretario.
En Etiopía, las mujeres han sido víctimas de violencia sexual; en Yemen, excluidas de los procesos políticos por las partes enfrentadas; en Afganistán, sufren un rápido retroceso en los derechos que habían conseguido en las últimas décadas; y en Malí, tras dos golpes de Estado en nueve meses, «el espacio para los derechos de las mujeres no sólo se está reduciendo, sino que se está cerrando», dijo Guterres.
En Colombia, las organizaciones de mujeres son socias clave de la Misión de Verificación, y trabajamos estrechamente con ellas para monitorear la aplicación del acuerdo de paz, indicó.
Vía rápida para las mujeres
El titular de la ONU subrayó: «Tenemos que contraatacar y hacer que el reloj avance para todas las mujeres y niñas», el compromiso recogido en Nuestra Agenda Común y Llamada a la Acción en materia de Derechos Humanos.
«Aumentar la representación y el liderazgo de las mujeres en todos los aspectos de las actividades de paz de la ONU es fundamental para mejorar el cumplimiento de nuestro mandato y representar mejor a las comunidades a las que servimos», dijo.
Pero el apoyo del Consejo es necesario para las alianzas, la protección y la participación.
Hay que apoyar a las mujeres líderes y a sus comunidades para que participen de forma significativa en los procesos políticos y de paz, explicó.
Además, hay que proteger a las defensoras de los derechos humanos y a las activistas en el desempeño de su labor esencial.
Y, por último, hay que apoyar la «participación plena, igualitaria y significativa» de las mujeres en las conversaciones de paz, en la construcción de la paz y en los sistemas políticos durante la transición de los países hacia la paz, dijo.
«Necesitamos la plena paridad de género», subrayó Guterres. «Sabemos que se puede hacer».
Promover los derechos de la mujer
Las mujeres no deberían verse obligadas a aceptar retrocesos en sus derechos en los países en conflicto, ni en ningún otro lugar.
Guterres dijo que la ONU redoblará su apuesta por un «establecimiento de la paz verdaderamente inclusivo» y pondrá la participación y los derechos de las mujeres «en el centro de todo lo que hacemos, en cualquier lugar donde lo hagamos».
La mejor manera de construir la paz es a través de la inclusión, y para honrar el compromiso y la valentía de las mujeres que trabajan en pro de la paz debemos «abrir las puertas a su participación significativa».
«Hagamos se muevan las agujas del reloj de los derechos de las mujeres y demos a la mitad de la humanidad la oportunidad de construir la paz que todos buscamos», concluyó el Secretario General.
Es el momento de decir “basta”
Para que de verdad haya una diferencia tangible en la vida de las mujeres y las niñas, la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Sima Bahous, destacó la necesidad de que los gobiernos y el Consejo de Seguridad «den un paso adelante» para abordar la forma de afrontar los problemas de paz y seguridad.
Durante demasiado tiempo, la violencia se ha cebado en las mujeres y en sus derechos; y las mujeres siguen siendo marginadas y excluidas «precisamente en aquellos lugares donde pueden ser ellas mismas impulsar el cambio», dijo al Consejo.
«Sin duda ha llegado el momento de decir basta», afirmó.
Abrir paso a las mujeres
Aunque reconoció ver un «atisbo de luz» resultante de la aprobación de la resolución original, Bahous ha dicho que, aunque no es suficiente, esta debe utilizarse en la lucha por la igualdad de las mujeres.
Tras señalar que el vasto gasto militar es un «amargo contraste» a las limitadas inversiones en otras áreas, abogó por reducirlo y expresó su esperanza de que los delegados «compartan mi sentido de la urgencia» en esta cuestión, que repercute en otras prioridades, incluidos los derechos de la mujer.
La directora ejecutiva de ONU Mujeres señaló también que el aumento de la participación de las mujeres, combinado con la reducción de la venta de armas en situaciones de posconflicto, reduce significativamente el riesgo de retroceso.
Y recordó a los embajadores que, si bien «las naciones igualitarias son naciones más pacíficas», la igualdad requiere mayores prestaciones en asistencia sanitaria y otros servicios relacionados.
Además, Bahous lamentó que las organizaciones de mujeres estén inadecuadamente financiadas y señaló que, sin los recursos económicos necesarios, no pueden llevar a cabo su labor de manera eficaz.
Refiriéndose a Afganistán, destacó el papel de las mujeres que han colaborado con las Naciones Unidas y cuyas vidas corren ahora peligro, y abogó por que se abran más las puertas a las solicitantes de asilo.
Swisslatin / ONU Noticias (22.10.2021)