Las fuerzas del mercado no son suficientes para reparar la desigualdad
Los países deben abandonar la idea errónea de que liberalizar el mercado laboral resolverá los problemas del desempleo y la desigualdad.
Un nuevo estudio elaborado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sostiene que la reducción de la desigualdad precisa de una acción política concertada para fortalecer, y en algunos casos, instaurar instituciones del mercado laboral y de seguridad social en el mundo.
El estudio “Mercados laborales, instituciones y desigualdad”, señala que para empezar, los países deben abandonar la idea errónea de que liberalizar el mercado laboral resolverá los problemas del desempleo y la desigualad de acceso al empleo.
Disminuir el costo del trabajo no conduce a la creación de empleo. En cambio, se necesitan políticas macroeconómicas, comerciales y de inversión que favorezcan la creación de puestos de trabajo, ya que disponer de un número suficientes de empleos es esencial para reducir la desigualdad.
El mercado refleja los perjuicios
El mercado laboral no valorará los empleos de una manera equitativa. En algunos casos, esto se debe al exceso de mano de obra (o exceso de oferta, en el lenguaje económico).
En otros casos, esto se debe a que el “mercado” es simplemente un reflejo de los prejuicios de las sociedades hacia ciertos oficios, o hacia las personas que ejercen esas profesiones. El trabajo doméstico es quizás el ejemplo más emblemático de estos prejuicios, pero existen muchos más.
Si queremos resultados más equitativos del mercado laboral, entonces necesitamos instituciones de apoyo, como el salario mínimo, la negociación colectiva y leyes que garanticen la igualdad de trato, sin importar el tipo de contrato de trabajo.
Políticas públicas de apoyo
También son necesarias políticas públicas de apoyo, como los servicios públicos de atención y educación para la primera infancia que permiten a los padres entrar con mayor facilidad al mercado laboral al reducir el costo de acceso.
Todas estas medidas son especialmente importantes para los trabajadores de bajos ingresos, muchos de los cuales son “marginales” (con frecuencia incluyen a las mujeres, los migrantes y los jóvenes). Estos grupos se desempeñan mejor cuando los mercados laborales tienen instituciones de apoyo que pueden aumentar sus ingresos, limitar la incidencia de trabajo mal remunerado y reducir la desigualad.
Políticas sociales de apoyo
Los mercados laborales también están influenciados por las políticas sociales. Los programas de asistencia social pueden aliviar la desesperación de los trabajadores y la probabilidad de ser víctimas del trabajo forzoso o de otras formas de explotación.
Las prestaciones por desempleo pueden mejorar la adecuación al mercado laboral así como la capacidad de los trabajadores de negociar mejores salarios. Del mismo modo, los programas de garantía del empleo pueden mejorar el respeto del salario mínimo. Las prestaciones asociadas a un empleo, por otro lado, corren el riesgo de actuar como un subsidio a los salarios bajos, a menos que no sean complementadas con otras políticas como el salario mínimo.
Son necesarias políticas para apoyar esos períodos en que no deberíamos trabajar: cuando somos jóvenes y deberíamos estudiar, cuando no podemos trabajar debido a una enfermedad o incapacidad o cuando, después de décadas de trabajo, nos jubilamos. Durante esos períodos se precisa de políticas sociales de apoyo.
Complementar la ayuda social
Muchos países en desarrollo recientemente han ampliado sus programas de asistencia social, una evolución positiva debido a su eficacia para reducir la pobreza. Pero debido al bajo nivel de las prestaciones, estas políticas deben ser complementadas con otras medidas de protección social que puedan proporcionar un apoyo adicional a los trabajadores y tener un mayor efecto redistributivo.
Algunas de las políticas expuestas requieren financiamiento, por tanto es necesario que los países cuenten con una base imponible suficiente para financiar la redistribución, o la voluntad política de incrementar las rentas públicas, si es necesario.
Swisslatin / ILO News (25.02.2015)