Las desapariciones forzadas ya no son la panacea únicamente de las dictaduras militares
Una práctica prohibida por la ONU, pero que sigue expandiéndose al amparo de los conflictos internacionales.
Este 30 de agosto la comunidad internacional celebra el día internacional contra desapariciones forzadas reiterando el llamado de la ONU para que los Estados ratifiquen y apliquen la Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones.
Este flagelo, lejos de desaparecer, perdura. Lejos de ser una práctica empleada por las dictaduras militares tan solo en tiempos pasados, hay algunos Estados que siguen recurriendo a las desapariciones forzadas. Ello ha pesar que las desapariciones forzadas están terminantemente prohibidas.
Casos que nunca se denuncian
Tan solo en los dos último años, el Comité contra la Desaparición Forzada y el Grupo de Trabajo sobre las Desapariciones Forzadas o Involuntarias, los dos mecanismos de la ONU competentes en materia de desapariciones forzadas, integrados por expertos independientes, recibieron más de 500 solicitudes presentadas por familiares en todo el mundo para que se actuara de manera urgente.
Esta cifra representa tan solo una mínima parte de los miles de casos que nunca se denuncian por las condiciones de seguridad o porque se desconoce la existencia de mecanismos internacionales que pueden servir de ayuda.
Práctica de grupos terroristas
En los últimos años también ha habido un número alarmante de actos cometidos por agentes no estatales, como grupos extremistas y terroristas, equiparables a desapariciones forzadas que también constituyen abusos flagrantes de los derechos humanos.
La Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas afirma de manera inequívoca que recurrir a las desapariciones forzadas es ilegal bajo cualquier circunstancia, incluida la guerra, la inestabilidad política interna o cualquier otra emergencia pública.
Ratificar la convención
La Convención, que entró en vigor en 2010 y ha sido firmada por 93 Estados y ratificada por 50, proporciona una sólida base para la lucha contra la impunidad, la protección de las personas desaparecidas y sus familias y el refuerzo de las garantías que ofrece el estado de derecho, entre ellas, la investigación, el enjuiciamiento, la justicia y la reparación.
En este día internacional, la ONU vuelve a instar a todos los Estados Miembros a que ratifiquen la Convención o se adhieran a ella sin demora, y exhorta a los Estados partes en la Convención a que la apliquen. Es hora de poner punto final a todas las desapariciones forzadas.
La declaración
Según la Declaración sobre la protección de todas las personas contra las desapariciones forzadas proclamada por la Asamblea General en su resolución 47/133, de 18 de diciembre de 1992, como conjunto de principios que deben ser aplicados por todos los Estados, se producen desapariciones forzadas siempre que:
«Se arreste, detenga o traslade contra su voluntad a las personas, o que estas resulten privadas de su libertad de alguna otra forma por agentes gubernamentales de cualquier sector o nivel, por grupos organizados o por particulares que actúan en nombre del Gobierno o con su apoyo directo o indirecto, su autorización o su asentimiento, y queluego se niegan a revelar la suerte o el paradero de esas personas o a reconocer que están privadas de la libertad, sustrayéndolas así a la protección de la ley.»
Swisslatin / UN News (30.08.2016)