Las celebraciones futbolísticas, entre la locura y lo grotesco; incontrolables

Aunque los festejos futbolísticos puedan parecer a veces rutinarios, como destapar una botella de champagne, los acontecimientos que a menudo siguen a los títulos conquistados son únicos en su género, y son objeto de estudios sociológicos.
Incluso la FIFA se ha interesado a estas manifestaciones que casi de manera sistemática se vuelven incontrolables. Algunas rozan la locura o lo grotesco. Otras tienen un carácter más cómico.
Se han visto celebraciones de títulos extrañas, asombrosas y divertidas a la vez. Por ello la FIFA invita a los seguidores del balompié que recuerdan algún festejo concreto de sus equipos predilectos, a que lo compartan en su sitio (fotos, vídeos).
Algunas perlas
La lista de las celebraciones futbolísticas son tantas que ya merecen una enciclopedia. La FIFA recuerda una de fecha reciente, la del 15 de mayo de 2011, cuando el AC Milan celebraba su título de campeón.
En esa ocasión el centrocampista ghanés Kevin-Prince Boateng apareció disfrazado de Michael Jackson y se puso a bailar como si fuese el “Rey del Pop”, copiando su famoso moonwalk. Boateng había prometido imitar a su cantante preferido si el club ganaba la liga.
Sus pasos impresionaron a los aficionados y a la televisión italiana, que los comparó con los del astro fallecido. Sus compañeros apreciaron la exhibición; el número de Boateng divirtió a los hinchas y a los demás jugadores.
Otro festejo, el del delantero internacional Wayne Rooney con el Manchester United fue más sorprendente todavía. Se afeitó los pelos del pecho para dibujar un 19, el total de ligas conseguidas por su club, y envió la foto a sus compañeros a través de Twitter.
La manera Sudamericana, celebrar bebiendo
Pero en los anales de las celebraciones, la FIFA recuerda la de los seguidores uruguayos festejando la Copa Mundial de 1950, en Brasil, cuando Obdulio Varela y los suyos se impusieron por 2-1 en el encuentro decisivo en el famoso estadio de Maracaná, frente a la selección anfitriona.
Ese triunfo histórico estuvo acompañado de escenas extrañas, ya que Varela pasó las horas posteriores al partido bebiendo junto a los hinchas brasileños, como narró el famoso escritor uruguayo Eduardo Galeano en su libro El fútbol a sol y sombra.
Una cerveza en un bar
“Después de la comida del mediodía, al día siguiente del partido, nos quedamos todos en el hotel. Había un bar en la esquina, y Varela decidió ir a tomar una cerveza. Allí los brasileños lo reconocieron y corearon su nombre con su acento. Se hicieron amigo suyo, hasta el punto de que lloraron cuando estaban sentados a su lado bebiendo. Fue algo increíble”, recuerda Alcides Ghiggia, autor del gol decisivo uruguayo, en una entrevista para el sitio de la FIFA.
Celebrar cortándose el pelo
La lista es larga, basta por ahora citar la celebración de Essam El-Hadary, ex guardameta de la selección egipcia que tenía la costumbre de trepar al larguero cada vez que ganaba un título, ¡y comer allí una sandía!
Kevin Grosskreutz, del Borusia alemán, no se cortaba el pelo desde octubre de 2011: había prometido a sus compañeros que se lo dejaría crecer hasta que alzasen el título. Una vez conseguido el trofeo, sus compañeros, Santana y Dedê lo trasquilaron a cero.
Swisslatin (18.11.2012)