La tierra seguirá degradándose si no se cambia la actual manera de explotarla
El PNUMA estima en 849 millones de hectáreas los terrenos naturales que sufren riesgo de degradación de aquí a 2050.
El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) prevé que 849 millones de hectáreas de terrenos naturales en el mundo sufren riesgo de degradación de aquí a 2050 si continúan las tendencias actuales de uso insostenible de la tierra.
La necesidad de alimentar a un número creciente de personas en todo el planeta ha provocado que cada vez más terrenos se conviertan en tierras de cultivo, a expensas de las sabanas, las praderas y los bosques del mundo.
El resultado ha sido la degradación ambiental generalizada y la pérdida de diversidad biológica, que afectan al 23% del suelo mundial, según las estimaciones.
El peso de la agricultura
La agricultura consume actualmente más del 30% de la superficie continental del planeta y las tierras de cultivo abarcan en torno al 10% del terreno mundial. Entre 1961 y 2007, las tierras de cultivo se expandieron en un 11%, tendencia que continúa creciendo.
El informe “Evaluación del uso de la tierra mundial: equilibrar el consumo con la oferta sostenible” describe la necesidad de equilibrar el consumo con la producción sostenible, y las opciones existentes.
Dedica especial atención a los productos obtenidos de la tierra, como alimentos, combustibles y fibra, y describe métodos que permiten a los países determinar si sus niveles de consumo superan las capacidades de oferta sostenible. Distingue entre la expansión de las tierras de cultivo en cifras brutas y en cifras netas.
Expansión bruta y neta
En tanto que la expansión neta es resultado de la mayor demanda de alimentos y de biomasa no utilizada para la alimentación, que crece a mayor velocidad que el rendimiento, la expansión bruta incluye el desplazamiento de tierras de cultivo a otras zonas debido a las pérdidas provocadas por la degradación severa.
En un escenario sin cambios respecto a la situación actual, la expansión neta de las tierras de cultivo será de entre 120 y 500 millones de hectáreas hasta 2050.
El cambio a una dieta más rica en proteínas en los países en desarrollo, unido a la creciente demanda de biocombustibles y biomateriales, especialmente en los países desarrollados, están aumentando la demanda de tierra.
Un nivel de consumo sin riesgos
El informe aspira a responder a la pregunta: ¿cuánto puede seguir aumentando la superficie de tierra utilizada para atender la creciente demanda de alimentos y biomasa no alimentaria manteniendo en un nivel tolerable las consecuencias del cambio en su uso (por ejemplo, la deforestación)?
La combinación del aumento de los ingresos con la urbanización está cambiando la dieta e incrementando la demanda de terreno hasta el punto de que el cambio de dieta pronto superará, tal vez, al crecimiento de la población como principal motivo de las necesidades de terreno dedicado a la alimentación.
El informe indica que, a fin de alcanzar el objetivo de detener la pérdida de biodiversidad mundial para 2020, será necesario poner fin a la expansión de la tierra de cultivo, que es un impulsor fundamental de dicha pérdida.
Swisslatin (24.01.2013)