La tecnología está cambiando el campo de la recopilación de datos
El Banco Mundial promueve el uso de móviles y tabletas para medir la pobreza.
El Banco Mundial está aprovechando el potencial de las nuevas tecnologías para producir más y mejores datos sobre la pobreza, especialmente en el ámbito de la recopilación de datos de hogares —tarea que hace un tiempo se realizaba con papel y lápiz—.
Hasta hace poco, los recopiladores de datos de las oficinas nacionales de estadísticas viajaban a través de los países para entrevistar a los encuestados y hacerles una serie de preguntas, equipados solo con un cuestionario impreso, donde tomaban nota de la información.
La mayoría era increíblemente diligente. Otros, no tanto. De cualquier manera, estos recopiladores de datos volvían a las oficinas de estadísticas, las notas manuscritas eran transferidas a un sistema informático y, después de una gran cantidad de cálculos, se obtenían las tasas de pobreza de los países.
Para medir la pobreza y el bienestar, el Banco Mundial y otros organismos utilizaban hasta ahora encuestas de hogares, que proporcionan a los responsables de formular políticas datos sobre quiénes son los pobres, dónde viven y qué obstáculos frenan su progreso.
Defectos y errores
Claramente, este método tenía sus defectos. Además de los errores humanos, en la transferencia de los datos del papel a un computador se cometían equivocaciones. Pero ahora, la tecnología está ayudando a eliminar estos problemas relacionados con la calidad de los datos sin cambiar el proceso subyacente.
Los recolectores de datos todavía tienen que viajar a los pueblos y ciudades cercanas y remotas, pero ahora van equipados con tabletas, que no solo sincronizan automáticamente las respuestas de las encuestas con un sistema centralizado en el momento en que se las ingresa.
También incluyen rastreadores GPS para cerciorarse de que quienes están obteniendo los datos están yendo a los lugares donde deben ir y que están entrevistando a las personas que corresponde. Esto ha ayudado a reducir los errores en los datos y a simplificar el proceso.
Teléfonos móviles
Cuando los recolectores de datos (llamados también “encuestadores”) no pueden viajar a ciertas zonas, o cuando un país simplemente necesita datos más frecuentes, en tiempo real, de la pobreza y el bienestar, los teléfonos móviles se han convertido en la herramienta favorita para conseguir una amplia muestra de personas y comprender mejor sus experiencias de una manera eficaz en función de los costos.
Las encuestas mediante teléfonos móviles se han convertido en un complemento confiable y útil de las encuestas de hogares y, en muchos casos, están permitiendo a los países llegar y responder a sus ciudadanos durante crisis, conflictos y perturbaciones económicas cuando la recopilación de datos en persona sería muy difícil de realizar y es crucial obtener información inmediata.
Uso de tabletas
“La tecnología se puede aprovechar de tres modos diferentes”, señala Utz Pape, economista del Banco Mundial. “Puede ayudar a mejorar la calidad de los datos de los estudios existentes; aumentar la frecuencia de la recopilación de datos para complementar las encuestas de hogares tradicionales, y también abrir nuevas vías para los métodos de recopilación de datos y mejorar nuestra comprensión de las conductas de las personas”.
A medida que la tecnología está cambiando el campo de la recopilación de datos, los investigadores siguen encontrando nuevas maneras de aprovechar el poder de los teléfonos y las tabletas móviles.
La iniciativa del Banco Mundial « Pulso de Sudán del Sur », por ejemplo, da un paso más allá en el ámbito de la recolección de datos basada en el uso de tabletas. Además de realizar las encuestas de hogares, los encuestadores registran también un testimonio breve de las personas entrevistadas, en que relatan en primera persona la situación en terreno.
Estos testimonios permiten a los usuarios agregar un toque humano a los datos y estadísticas, entregando un panorama más completo de la experiencia del país.
Swisslatin /WB News (07.08.2017)