La religión manipulada alimenta las hostilidades y el odio entre personas de diferentes creencias
Asesor especial de la ONU sobre la Prevención del Genocidio apela a la responsabilidad de los líderes religiosos.
El asesor especial de la ONU sobre la Prevención del Genocidio, Adama Dieng, advirtió que la religión es muchas veces manipulada y usada indebidamente por sectores con intereses creados que alimentan las hostilidades y el odio entre personas de diferentes creencias para su beneficio.
En un evento de alto nivel en la ONU sobre la responsabilidad de proteger y el papel inseparable de los líderes religiosos en la prevención de atrocidades, Adama Dieng instó a rechazar a las figuras populistas que incitan al odio.
Los discursos de odio
“Uno de los principales factores desencadenantes de la violencia es lo que llamamos discursos de odio. El tipo de mensajes del discurso público o en los medios de comunicación que anima o incita a las personas a cometer actos violentos en contra de comunidades específicas es un precursor frecuente de violencia que apunta a comunidades por su religión o identidad étnica”, enfatizó el experto.
El respeto de las diferencias entre las creencias de las personas es fundamental para el desarrollo de sociedades estables y pacíficas, afirmó el asesor.
A su vez, señaló que la violencia y el fracaso para hacer rendir cuentas a los responsables de esos crímenes es un factor preponderante para destruir esa coexistencia.
Religión y menores
Por su parte, el relator especial de la ONU sobre la libertad de religión, Heiner Bielefeldt, llamó a los gobiernos a respetar las prácticas religiosas de los menores, en el marco del Consejo de los Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra.
El informe llama a los gobiernos a apoyar a las familias en el cumplimiento de su papel en la creación de un entorno propicio para la realización de los derechos del niño.
Derechos del Niño violados
El experto independiente también urgió a las comunidades religiosas a asegurar el respeto de esa libertad a los niños dentro de sus prácticas comunitarias y en las escuelas, tomando en cuenta el estatuto del niño como un portador de derechos.
“Los derechos de los niños también son violados en ocasiones por las comunidades y sus propios padres en nombre de la religión o la cultura, con prácticas dañinas como el matrimonio temprano o la mutilación genital femenina, realizada frecuentemente por miembros de la familia o de la comunidad”, dijo el experto.
Derecho a educar según convicciones
Bielefeldt enfatizó que estos temas son impugnados por las propias comunidades religiosas e insistió en la necesidad de que se adopten estrategias para afrontar estas prácticas.
El experto consideró que los padres tampoco están obligados a proporcionar una educación religiosa “neutral” en nombre del derecho del niño a escoger su religiosidad en su vida de adulto, porque el derecho de los padres a la libertad de religión o de creencias incluye el de educar a sus hijos según sus propias convicciones.
Swisslatin / UN News (22.9.2016)