La gonorrea se ha convertido en otra enfermedad resistente a los antibióticos
Las bacterias causantes del padecimiento son particularmente inteligentes y evolucionan a los nuevos fármacos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala en un informe que la gonorrea, una infección común de transmisión sexual, se está convirtiendo en una enfermedad difícil y hasta imposible de tratar a causa de la resistencia a los antibióticos.
Un estudio realizado en 77 países demostró que las bacterias causantes del padecimiento son particularmente inteligentes y evolucionan cada vez que se utiliza una nueva generación de antibióticos para tratar la enfermedad.
En particular se observó una amplia resistencia a los medicamentos más antiguos o baratos y que los países de altos ingresos en especial están encontrando casos que no son tratables con ningún antibiótico.
78 millones de personas infectadas
“Estos casos pueden ser sólo la punta del iceberg ya que los países menos desarrollados, donde la gonorrea es más común, carecen de sistemas para diagnosticar y reportar infecciones no tratables”, aseguró Teodora Wi, doctora de la OMS.
Se estima que 78 millones de personas son infectadas con gonorrea cada año. La enfermedad puede afectar los genitales, el recto y la garganta y sus complicaciones aquejan gravemente a las mujeres, provocándoles infertilidad, embarazos ectópicos y un mayor riesgo de VIH.
Esta infección puede evitarse mediante una conducta sexual más segura, en particular con el uso consistente y correcto del condón.
Llamado a aplicar la Convención sobre el Control de Tabaco
Por otro lado la OMS llamó a los gobiernos a incorporar sin más retraso las provisiones de la Convención de la ONU sobre el Control de Tabaco en sus políticas nacionales.
El informe 2017 sobre la epidemia global de tabaco señala que casi 5.000 millones de personas, el 63% de la población mundial, están protegidas por al menos una medida de control de tabaco, revela un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) dado a conocer este miércoles.
La implementación de esas políticas, entre ellas gráficos explícitos de advertencia en las cajetillas de cigarrillos, espacios público libres de humo y la prohibición de la publicidad y patrocinio del tabaco, entre otras. Esas estrategias han ayudado a salvar a millones de personas de una muerte prematura.
La OMS resaltó que desde 2007 esas restricciones se cuadriplicaron. En esa época solamente 1.000 millones de personas, o el 15% de la población mundial, estaba cubierta por controles de ese tipo. No obstante, advierte que la industria del tabaco continúa entorpeciendo las intenciones de los gobiernos para poner en práctica intervenciones efectivas.
Reprimir el comercio ilícito
También les insta a reprimir el comercio ilícito, que está contribuyendo a exacerbar la epidemia mundial y tiene graves consecuencias socioeconómicas y para la salud a través de políticas de control y prevención del uso de esos productos, protección del humo de cigarrillos, advertencias sobre el daño que causa el consumo, reforzar la prohibición de la publicidad, y aumentar los impuestos al tabaco.
Una de cada diez muertes en el mundo es a causa del cigarrillo, pero esto puede cambiar, insistió la OMS. El consumo de tabaco es la principal causa prevenible de muerte. Se lleva la vida de más de siete millones de personas cada año. Sus costos económicos son también enormes: alcanzan más de 1,4 billones de dólares en gastos de atención médica y pérdida de la productividad.
Swisslatin / WHO News (20.07.2017)