La FAO valora políticas públicas de impulsar la agricultura familiar en países andinos
En el Año Internacional de la Agricultura Familiar iniciativas latinoamericanas destacan en el ámbito internacional.
Para la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) las políticas públicas para impulsar la agricultura familiar en los países andinos de América del Sur son un ejemplo en la lucha contra el hambre en el mundo.
En particular la FAO destaca las políticas adoptadas en Bolivia, Ecuador, y Perú, donde los gobiernos promueven directamente actividades a fomentar la agricultura familiar y el apoyo a los pequeños agricultores.
Los ejemplos
Perú es uno de los países que afronta el desafío de reformar sus políticas para conseguir un mayor desarrollo rural y de la actividad agropecuaria. Los principales problemas en esos asuntos son el limitado acceso de los pequeños productores a la capacitación, a la asistencia técnica, al crédito y a los mercados.
En el caso de Bolivia, se conformó un Comité de Agricultura Familiar para promover esos temas, que está integrado por representantes de organizaciones de productores, de la sociedad civil y del gobierno
Ecuador, por su parte, declaró a la agricultura familiar como un componente estratégico de la economía y subrayó que es un pilar para impulsar el empleo en el campo.
La FAO, también destacó la decisión de Venezuela de integrar el Fondo de Agricultura Familiar del MERCOSUR, un organismo que financia acciones para el desarrollo de los pequeños y medianos productores a nivel regional.
Aporte indígena
Por otro lado, en el combate del organismo contra el hambre, la malnutrición y seguridad alimentaria, la FAO insta a incorporar el conocimiento de los pueblos indígenas a las estrategias gubernamentales de América Latina.
“La FAO reconoce la enorme importancia de trabajar codo a codo con esos colectivos para lograr la erradicación del hambre, utilizando su sabiduría ancestral y practicas milenarias como herramientas claves para garantizar la seguridad alimentaria”, señaló Raúl Benítez, representante regional de la FAO.
Extrema pobreza
Los índices de pobreza e inseguridad alimentaria entre los pueblos indígenas son tres veces más altos que en el resto de la población de la región, y en algunos casos hasta ocho veces mayores.
En algunos países hasta el 90 % de la población indígena es pobre y el 70 % vive en extrema pobreza, apuntó la FAO.
La desnutrición infantil de los niños indígenas duplica la del promedio del resto de la población de la región, y hay casos extremos donde el 95% de los menores de 14 años padecen desnutrición en algún grado.
En este contexto, la agencia de la ONU destacó la importancia de incluir los métodos de cultivo indígenas y la agricultura familiar en las políticas nacionales de desarrollo.
Swisslatin (11.02.2014)