La FAO movilizada para luchar contra la pesca ilegal
El organismo promueve el Tratado Internacional que fortalece la inspección de buques pesqueros que llegan a los puertos.
El Acuerdo sobre medidas del Estado rector del puerto (PSMA), mecanismo concebido para acabar con la pesca ilegal fortaleciendo los protocolos de inspección para los buques pesqueros de pabellón extranjero que llegan a los puertos.
Es el primer tratado internacional de carácter vinculante que la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) promueve para ayudar a estrechar el cerco de la pesca ilegal.
Efectos nefastos para la economía
La pesca ilegal, no declarada y no reglamentada sustrae cada año 26 millones de toneladas de alimentos marinos de los océanos mundiales, provocando pérdidas económicas anuales que llegan a la enorme cifra de 23 000 millones de dólares.
La pesca ilegal afecta gravemente a los medios de vida de los pescadores y a otros actores del sector pesquero, y agrava la pobreza y la inseguridad alimentaria. Además, socava la fiabilidad de las evaluaciones de las poblaciones de peces y amenaza la estabilidad de las comunidades costeras que dependen del comercio legal.
El Tratado
Casi todo el pescado capturado por buques extranjeros en mares y océanos pasa por un puerto antes de llegar al mercado. Esto significa que, si se realizan correctamente, los controles en los puertos pueden ser muy efectivos para combatir las actividades de la pesca ilegal. Así funciona el Acuerdo.
En virtud del Acuerdo sobre medidas del Estado rector del puerto, los buques que enarbolen un pabellón extranjero deben informar con antelación cuando deseen entrar en un puerto.
Si los funcionarios no tienen motivo para sospechar que el barco ha incurrido en actividades ilegales, se le autoriza la entrada al puerto y su uso, probablemente sometiéndose a una inspección.
Si los funcionarios tienen motivos para sospechar que el buque ha incurrido en actividades ilegales -debido a sus antecedentes o cualquier anomalía en la concesión de sus licencias-, solicitarán una inspección de la carga y la documentación de la nave, o denegarán su entrada al puerto.
Los resultados de la inspección a buques sospechosos de estar involucrados en la pesca ilegal determinan si están autorizados a descargar sus capturas o a utilizar el puerto, o si se adoptan otras medidas.
Ayuda a procesadores y minoristas
Si se deniega la entrada o el uso del puerto a un buque sospechoso de estar involucrado en la pesca ilegal, los funcionarios informarán al Estado del pabellón, a otros puertos cercanos, y a las organizaciones internacionales. De esta forma, es muy probable que, aún en el caso de que se le haya permitido zarpar con su captura, tenga menos posibilidades de obtener la autorización para entrar en otros puertos.
El Acuerdo no solo constituye una estrategia idónea para acabar con la pesca ilegal, sino que también ofrece a procesadores y minoristas otra vía para hacer un seguimiento de sus suministros y adquirir únicamente pescado que llega a los puertos legalmente.
Para los consumidores, el tratado garantiza que compramos pescado y marisco que ha sido capturado de forma legal.
Swisslatin / FAO News (10.08.2016)