La educación es un bien público y un Derecho Humano fundamental
La visión de la UNESCO en los programas de desarrollo para el periodo posterior a 2015.
Durante la consulta mundial sobre educación en los programas de desarrollo posteriores a 2015, realizado recientemente en la capital de Senegal, la UNESCO retuvo dos principios clave: el primero que el derecho a la educación es un derecho humano fundamental, consagrado en los marcos normativos e incorporado a la legislación de la mayoría de los países.
El segundo es que se trata de un bien público. El Estado debe ser el garante de este principio y debe prestar especial atención a la promoción de la igualdad.
El Estado garante de los principios
Para la UNESCO, si bien los gobiernos deben orientar todo el proceso, también reconoce que las prestaciones educativas constituyen una responsabilidad colectiva que abarca a las familias, las comunidades, las organizaciones de la sociedad civil y las empresas.
Experiencias adquiridas
Para el organismo de la ONU, el objetivo de la “Educación para Todos” sigue siendo “un programa inconcluso”. Hay demasiados niños sin escolarizar, y tanto el analfabetismo entre jóvenes y adultos como el abandono escolar y los resultados inadecuados en materia de aprendizaje se mantienen en niveles que resultan simplemente inaceptables.
Docentes son esenciales
La UNESCO también reconoce que ha sido insuficiente la atención que se ha otorgado a la calidad del aprendizaje. “Los docentes son esenciales para lograr un aprendizaje de calidad, en todos los niveles y contextos de la enseñanza. A medida que su función evoluciona y dejan de ser ‘transmisores de conocimiento’ para pasar a ser ‘facilitadores de aprendizaje’, su preparación, categoría social y condiciones deben seguir siendo una preocupación fundamental”, sostiene.
Cuatro enfoques fundamentales
Para los programas posteriores a 2015, la UNESCO ha previsto cuatro enfoques fundamentales:
La preocupación por la paz y el desarrollo sostenible debería estar en el eje de los esfuerzos que se realicen después de 2015 para fomentar el desarrollo integrador y equitativo. La educación para la ciudadanía mundial figura ya en los planes de estudio de muchos países, pero es preciso que llegue a ser un objetivo mensurable.
Todo marco de desarrollo para el periodo posterior a 2015 deberá tener pertinencia universal y ser capaz de movilizar a todos los países, sea cual sea su nivel de desarrollo, en torno a un conjunto de metas comunes orientadas al desarrollo integrador y sostenible.
Sistemas de aprendizaje integradores
Deberá fortalecerse el vínculo entre la educación y los demás sectores del desarrollo: La educación es un instrumento que facilita la consecución de todos los Objetivos de Desarrollo del Milenio, pero, a su vez, depende del progreso alcanzado en otros ámbitos.
Deberá elaborarse un marco de trabajo para el aprendizaje en el siglo XXI que promueva la creación de sistemas de aprendizaje integradores a lo largo de toda la vida.
Swisslatin (24.03.2013)