La educación es clave para impulsar las transformaciones sociales del mundo
Reduce la pobreza extrema y potencia los objetivos de desarrollo, según la UNESCO.
Según un nuevo informe estadístico de la UNESCO, la educación posee la capacidad incomparable de reducir la pobreza extrema y potenciar objetivos de desarrollo de más amplio espectro.
La inversión en educación, en particular la destinada a las niñas, mitiga la pobreza extrema al garantizar beneficios considerables en materia de salud y productividad, así como en lo tocante a la participación democrática y la autonomía de las mujeres.
Para poner en marcha esta capacidad transformadora de la educación será preciso ampliar los nuevos objetivos de desarrollo para que aseguren no sólo la igualdad de acceso a la instrucción primaria para todos los niños, sino también una enseñanza secundaria de calidad, subraya el informe.
La educación dota de autonomía a las mujeres. Es más probable que las niñas y las muchachas instruidas conozcan sus derechos y dispongan de la confianza necesaria para exigirlos.
Ejemplos concretos
En el África subsahariana y en Asia meridional y occidental, casi tres millones de muchachas se casan antes de cumplir los 15 años, es decir, sin haber alcanzado lo que en la mayoría de los países sería la edad mínima legal para contraer matrimonio. Si todas las jóvenes pudieran completar la enseñanza primaria, el número de matrimonios precoces se reduciría en casi medio millón. Si todas pudieran completar la escuela secundaria, esta cifra se reduciría en dos millones.
En esas regiones, 3,4 millones de jóvenes tienen su primer hijo antes de cumplir los 17 años. Si todas las muchachas completaran la enseñanza primaria, el número de partos precoces disminuiría en 340.000 y si todas completaran los estudios secundarios, habría dos millones menos de esos nacimientos.
Ayuda a la democracia
La educación fomenta la tolerancia. La instrucción escolar contribuye a que la gente comprenda los principios democráticos, fomenta la tolerancia y la confianza que los sostienen y motiva a las personas a participar en las actividades políticas de la sociedad en que viven.
La igualdad en materia de educación mejora las posibilidades de obtener empleo y propicia el crecimiento económico. Si todos los niños, cualesquiera sean su extracción social y sus circunstancias, dispusieran del mismo acceso a la enseñanza, el aumento de productividad resultante potenciaría el crecimiento económico. En un plazo de 40 años, un país que ofreciera igualdad de oportunidades educativas vería aumentar su ingreso per cápita en un 23%.
Conciencia medioambiental
La educación forma parte de la solución de los problemas medioambientales. Es más probable que una persona instruida use el agua y la energía de manera eficiente y recicle los desechos domésticos. En 29 países de desarrollo alto o medio, el 25% de la población que no había completado los estudios secundarios manifestó inquietud por la situación del medio ambiente, en comparación con el 37% de quienes había terminado la enseñanza secundaria y el 46% de los que habían recibido educación superior.
Esta preocupación se traduce en medidas positivas para el medio ambiente: en Alemania, el 46% de las personas que habían recibido educación superior firmó una petición o participó en una manifestación en conexión con el medio ambiente durante los cinco últimos años, en comparación con el 12% de quienes no habían completado la enseñanza secundaria.
Reduce la mortalidad
La educación preserva la vida de las madres. En algunos países muchas mujeres fallecen como consecuencia de las complicaciones sobrevenidas durante el embarazo o el parto. La educación puede evitar estas muertes, al ayudar a que las mujeres reconozcan los síntomas de peligro y busquen asistencia médica, y al asegurar que cuentan con personal médico competente durante el parto. Si todas las mujeres hubieran cursado al menos la enseñanza primaria, la mortalidad materna se reduciría en dos tercios, con lo que cada año 189.000 mujeres salvarían la vida.
Swisslatin (22.09.2013)