Gaza: Fracaso del Plan de Acción de la ONU “Los Derechos Primero”
La iniciativa fue aprobada para evitar que se repitan masacres masivas, pero no hay voluntad política para aplicarla.
Para evitar que sucedan violaciones masivas de los derechos humanos que ocurran en cualquier lugar del mundo, la ONU lanzó en diciembre de 2013, el Plan de Acción “Los Derechos Primero”, nueva estrategia para dar una respuesta temprana a conflictos como el que se vive actualmente en Gaza.
Tanto la ofensiva militar desproporcionada israelí en Gaza, como los ataques con cohetes de Hamás contra la población civil israelí, violan el Derecho Internacional Humanitario y la Convención de Ginebra en relación a la protección de individuos civiles, sin que el mencionado “plan de acción” se pusiera en marcha.
Solo ha funcionado el mecanismo del Consejo de los Derechos Humanos que aprobó la semana pasada el envío de una Comisión investigadora, dado a que la situación se agrava cada día. Pero se sabe los límites de estas comisiones, que no funcionan si en este caso el gobierno Israelí decide de no cooperar. Lo que ya anunció, al calificar su creación como “una farsa”.
Un mecanismo de buenas intenciones
El objetivo del Plan de Acción “Los Derechos Primero”, es garantizar que no se repitan atrocidades como las de Gaza, y en particular garantizar la protección de los civiles, y lograr la organización necesaria para impedir que situaciones puedan derivar en la ocurrencia de masacres masivas.
El vicesecretario general de la ONU, Jan Eliasson, al presentar la nueva estrategia dijo que se trataba de un paso adelante en la responsabilidad del organismo en responder temprano a toda violación masiva de los derechos fundamentales de las personas.
Un plan que al final no resulta tan nuevo, pues ya fue utilizado por primera vez en los eventos recientes en la República Centroafricana, en los acontecimientos de Rwanda y Srebrenica, donde murieron decenas de miles de personas.
Respetar el Derecho Internacional
El Plan insta a todos los Estados a cumplir con las obligaciones que les incumben en virtud del derecho internacional, en particular la Carta de las Naciones Unidas y los derechos humanos, especialmente las disposiciones relativas al uso de la fuerza.
En el caso del conflicto israelo-palestino, el plan establece también que se cumplan los principios de distinción y proporcionalidad en los casos de intervenciones armadas, y que se realicen en pleno respeto del Derecho Internacional Humanitario. También establece la protección de las escuelas de ataques militares y que se usen como blancos.
Letra muerta
A esto se agrega el primer protocolo adicional de la Convención de Ginebra relativo al comportamiento durante las hostilidades que establece el principio de protección especial destinado a los niños, según el cual “los niños serán objeto de un respeto especial y serán protegido contra cualquier forma de asalto indecente”.
Este principio, que es además, aplicable a los casos de conflictos armados no internacionales, hace parte del “Plan de Acción de la ONU, pero este sigue sin funcionar, imposible de aplicar en el terreno, mientras no exista la voluntad política de los Estados que deben velar por su aplicación.
Como Estados Unidos se opone a todo tipo de sanción contra Israel, y sus aliados se abstienen (la Unión Europea), el plan de la ONU no pasarás más allá de convertirse, una vez más, en un catálogo de las buenas intenciones de la humanidad.
Swisslatin / Alberto Dufey (27.07.2014)