FILMAR en América Latina: películas de un continente donde soñar todavía es posible
Un festival que hace parte del panorama otoñal ineludible de Ginebra, del 18 de noviembre al 4 de diciembre.
FILMAR en América Latina es un festival que hace parte del panorama otoñal ineludible de Ginebra, la principal ciudad multicultural de Suiza. Está tan anclado en la agenda cultural, que se hace desear como los primeros mostos después de una buena vendimia, cuyas uvas fueron acariciadas por un buen sol.
Y este año es especial. Es su 18a edición, la edad en que las adolescentes se convierten en mujeres adultas, y lo digo porque filmar tiene perfume femenino. Está dirigido por una mujer, Sara Cereghetti, que desde que asumió la dirección hace ya cuatro años, le ha dado esa impronta, esa sensibilidad femenina para escoger -como las buenas grapas de las viñas- la selección más apropiada de películas y documentales producidas en Latinoamérica.
Los flechazos de Sara Cereghetti
Sara viene de la cepa misma del festival, comenzó haciendo una práctica y ahora lo dirige con armonía, buscando los equilibrios entre el cine políticamente comprometido, la denuncia social, con obras que simplemente hablan de la belleza del arte, de “paisajes del alma”, o de testimonios del diario vivir. Un cine que pocas veces se puede ver en Europa, por eso es que Filmar es una ventanita luminosa plasmada de imágenes nostálgicas, que nos hacen soñar y a veces nos invita a revelarnos una vez más. Sucede.
Sara Cereghetti es italo-suiza, pero conoce bien Latinoamérica. Estuvo dos años recorriendo países y continúa viajando en busca de nuevas obras; su olfato de antropóloga nunca le ha fallado. Se inspira en las obras que retratan la realidad sociocultural del continente y con ella va tejiendo un hilo conductor para cada edición del festival. Ahora el programa se ve mejor estructurado.
Las secciones o una guía para escoger
Esta 18° edición se estructura en torno a los propios “flechazos” de la directora, con películas que durante su fase de selección la hicieron vibrar. Privilegio de quién dirige…ja! Este año escogió 8 obras que compiten por el “Premio del Público”. (Ver programa en el enlace de abajo).
En esta misma sensibilidad femenina se inscribe la sección “Humores y deseos”, que gira en torno a subdivisiones: Joyas de festivales, Historias de familia, y El cine del cine. Una especie de guía “con pistas que evocan humores y deseos” que van descubriendo los espectadores (así dice el comunicado de prensa).
La otra sección es la de los “retratos, o la inmersión”, con 23 largos metrajes que bucean en las aguas del genero biográfico. Mejor inspirada resulta la explicación del comunicado de prensa:
A lo largo de épocas y paisajes, historias de vidas (celebres, olvidadas, resucitadas) toman la forma de biopics, contra-biopics, auto-ficciones, biografías ficticias o documentales. Si la elección estilística le corresponde a los cineastas, el espectador se vuelca en el universo fascinante que transforma el sujeto en personaje y a veces en mito.
Por cierto no podía faltar la sección que constituyó la esencia de la creación de este festival, hace 18 años, en el “Cine Club” del Instituto Universitario de Estudios del Desarrollo, bajo la dirección del entonces joven estudiante Gérald Perroulaz: el cine comprometido.
La sección “En el Frente – De agua y de luchas”, está dedicada a los militantes, a los que todavía creen en revoluciones y que siguen convencidos que aún se puede cambiar el mundo. Películas “que permiten documentarse y agudizar la mirada acerca de las realidades de América Latina”, subraya el programa.
Secciones hay más, (pero estas retuvieron mi atención,) como Opera Prima, con 8 películas de noveles talentos que compiten por el “Premio del Jurado de los Jóvenes”, o “de la página a la pantalla”, con escritores que inspirados por sus musas ven materializar sus relatos en películas. Como un ensayo inspirado en la búsqueda de Borges, película rodada en Ginebra. Un programa a degustar como los buenos mostos!
Swisslatin / Alberto Dufey 18.11.2016