El comercio de productos del mar será clave para la economía de los países emergentes
Según estudio conjunto de organismos internacionales “La pesca hasta 2030: Perspectivas de la pesca y la acuicultura».
La demanda por parte de una clase media emergente a nivel mundial hará aumentar el consumo y cría de peces de aquí a 2030, lo que pone de relieve el alcance del comercio de productos del mar, que tiende a fluir desde los países en desarrollo a los más avanzados.
Según el estudio, titulado “La pesca hasta 2030: Perspectivas de la pesca y la acuicultura», publicado por el Banco Mundial, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI).
Se estima que la cría de peces proveerá cerca de dos tercios del consumo mundial de pescado en 2030. Al mismo tiempo aumenta la demanda de forma sustancial sobre todo en China, pero la pesca de captura disminuye, según un informe.
Peces para países en desarrollo
El 38 por ciento de todo el pescado que se produce actualmente en el mundo se exporta y, en términos de valor, más de dos tercios de esas exportaciones desde los países en desarrollo se dirigen a los países industrializados.
El informe señala que China se está convirtiendo en un importante y creciente mercado para el pescado, que supondrá un 38 por ciento del consumo mundial en 2030.
Se estima que en 2030 Asia -incluyendo Asia meridional, el Sudeste asiático, China y Japón- representará el 70 por ciento del consumo mundial de pescado.
Fuente de empleos y de alimentos
La pesca y la acuicultura son una fuente vital de empleos, alimentos nutritivos y oportunidades económicas, especialmente para las comunidades pesqueras en pequeña escala.
El informe predice que el 62 por ciento del pescado procederá de la acuicultura en 2030, con un crecimiento más rápido de especies como tilapia, carpa y bagre (pez gato). Está previsto que la producción mundial de tilapia casi se duplique, desde 4,3 millones de toneladas a 7,3 millones anuales entre 2010 y 2030.
“El rápido avance de la acuicultura hace particularmente difícil crear modelos para este sector y, al mismo tiempo, es su faceta más interesante en términos de perspectivas de futuro para la transformación y el cambio tecnológico”, explicó uno de los autores del informe, Siwa Msangi del IFPRI.
Clave para el desarrollo económico
El Director de Agricultura y Servicios Ambientales del Banco Mundial, Juergen Voegele, señaló por su parte que el informe aporta información valiosa para los países en desarrollo interesados en el crecimiento de sus economías a través de la producción pesquera sostenible, aunque advirtió que se necesitan políticas muy bien estudiadas para garantizar que este recurso se gestiona de forma sostenible.
La pesca y la acuicultura son una fuente vital de empleos, alimentos nutritivos y oportunidades económicas, especialmente para las comunidades pesqueras en pequeña escala. Sin embargo, las amenazas de brotes de enfermedades a gran escala en la acuicultura y los impactos relacionados con el cambio climático podrían alterar dramáticamente este recurso.
Los peligros acechan
Sin embargo, las amenazas de brotes de enfermedades a gran escala en la acuicultura y los impactos relacionados con el cambio climático podrían alterar dramáticamente este recurso.
“Seguimos presenciando un nivel excesivo e irresponsable en la pesca de captura y la acuicultura, y entre otros aspectos, los brotes de enfermedades han afectado en gran medida a la producción. Si los países pueden gestionar sus recursos de forma adecuada, estarán en condiciones de beneficiarse del cambiante entorno comercial», advirtió Juergen Voegele.
Swisslatin (07.02.2013)