El cambio climático avanza implacablemente a pesar de la COVID-19, advierten los científicos

Un incendio masivo causado por condiciones extremedamente secas y cálidas en el Bosque Nacional Klamath en California, EE.UU. (foto Unsplash/ Matt Howard)
El mundo está muy lejos de cumplir los objetivos del Acuerdo de París. Las reducciones de emisiones de carbón en el punto máximo de las medidas de confinamiento por el coronavirus alcanzaron hasta un 17%, pero ya se acercan de nuevo a los niveles previos a la pandemia y a largo plazo no tendrán mucho impacto en las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera, que permanecen en niveles récord. La temperatura sigue aumentando y el agua y los ecosistemas están cada vez más amenazados.
Las concentraciones de gases de efecto invernadero de la atmósfera se encuentran en niveles récord y continúan aumentado, y las emisiones, que se redujeron sutilmente a causa del COVID-19, ya están regresando a los niveles previos a la pandemia, asegura un nuevo informe de las Naciones Unidas.
La investigación científica United in Science (Unidos en la Ciencia), llevada a cabo por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el Programa de la ONU para el Medio Ambiente, el Panel Intergubernamental de Expertos del Cambio Climático, la UNESCO, y otras organizaciones internacionales, afirma que todo apunta a que el quinquenio 2016-2020 será el más cálido de la historia registrada, una tendencia que se mantendrá en los años que vienen.
Además, recalca que el mundo está muy lejos de cumplir los objetivos acordados por el Acuerdo de París para mantener el incremento de la temperatura mundial por debajo de los 2 °C con respecto a los niveles preindustriales o, mejor aún, de limitarlo a 1,5 °C.
“Las concentraciones de gases de efecto invernadero —cuyo nivel ya es el más elevado en 3 millones de años— no han dejado de aumentar. Entretanto, grandes extensiones de Siberia han sufrido una prolongada y notable ola de calor durante el primer semestre de 2020, algo imposible de no ser por el cambio climático causado por el hombre.
Este informe evidencia que, aunque muchos aspectos de nuestras vidas se han visto alterados en 2020, el cambio climático avanza de manera implacable”, asegura en el informe el secretario general de la OMM, el profesor Petteri Taalas.
En el informe se destacan los crecientes e irreversibles impactos del cambio climático que afectan a los glaciares, los océanos, la naturaleza, las economías y las condiciones de vida de la población, y que a menudo se perciben en forma de peligros relacionados con el agua, como los episodios de sequía o las crecidas de ríos.
El estudio también resalta como la COVID-19 ha obstaculizado la capacidad para monitorear esos cambios a través del sistema mundial de observación.
“Este ha sido un año sin precedentes para las personas y para el planeta. La pandemia de COVID-19 ha trastocado las vidas en todo el mundo. Al mismo tiempo, el calentamiento de nuestro planeta y la alteración del clima han continuado a un ritmo acelerado”, dice el Secretario General de la ONU, António Guterres, en el prólogo del informe.
“Nunca había sido tan evidente la necesidad de aplicar transiciones limpias, inclusivas y a largo plazo que permitan afrontar la crisis climática y hacer realidad el desarrollo sostenible. Debemos convertir la estrategia de recuperación de la pandemia en una auténtica oportunidad para forjar un futuro mejor. Necesitamos ciencia, solidaridad y soluciones”, apunta Guterres, quien es además el encargado de presentar el documento a la prensa.
La COVID-19, un obstáculo para observar los cambios en la Tierra
La pandemia de COVID-19 ha repercutido notablemente en los sistemas mundiales de observación, lo que a su vez ha afectado la calidad de los pronósticos y de otros servicios meteorológicos, climáticos y oceanográficos, advierte el informe.
Entre marzo y abril, las observaciones realizadas desde aeronaves se redujeron una media de entre el 75 y el 80 %, y ello socavó el grado de acierto de los pronósticos generados a partir de modelos meteorológicos.
Desde junio, solo se ha producido una ligera recuperación. Las observaciones realizadas en estaciones meteorológicas manuales, en particular en África y América del Sur, también se han visto muy afectadas.
Además, cuatro estudios sobre variables como el carbono, la temperatura, la salinidad y la alcalinidad del agua en todas las profundidades oceánicas, que se realizan solo una vez por decenio, han sido cancelados. Las mediciones del carbono en superficie efectuadas desde buques, que permiten conocer la evolución de los gases de efecto invernadero, también se han interrumpido.
Swisslatin / ONU Noticias (10.09.2020)