El acelerador de partículas del CERN de nuevo en marcha en búsqueda de lo desconocido
Los haces de protones del LHC comenzaron a circular generando energía que ninguna máquina ha conseguido hasta ahora.
Después de poco más de dos años detenido por reparaciones, el más grande acelerador de partículas del mundo (LHC) fue puesto en marcha, muy simbólicamente este domingo de resurrección, en el CERN, organismo situado entre Ginebra y la frontera francesa.
En realidad la máquina había comenzado a funcionar ya en marzo, pero un cortocircuito la obligó a detenerse durante 10 días que duraron las reparaciones. Desde ayer, el acelerador se ha puesto de nuevo a trabajar en sus tareas.
Energía nunca vista
Los físicos del CERN están haciendo hacer circular los haces de protones en ambos sentidos del túnel del acelerador a una energía de inyección de 450 gigaelectronvoltios (GeV), la más alta conseguida hasta ahora por una máquina humana.
Pero hasta que alcancen la máxima potencias y se produzcan las primeras colisiones estables entre protones, habrá que esperar hasta el 30 de mayo o principios de junio. Recién en esta fecha la potencia generada por el LHC alcanzará los 13 teraelectronvoltios (TeV), el doble de lo alcanzado en la fase anterior de su funcionamiento.
En busca de lo desconocido
Después de esa colisión esperada, nadie sabe lo que a pasar. Sólo que el acelerador al funcionar al doble de potencia cruzará una frontera de la física nunca antes traspasada. Hasta ahora ninguna máquina había podido producir partículas con tanta masa.
Tras producirse la colisión de estas partículas a tanta velocidad, los científicos esperan encontrar otras más pequeñas que componen la materia oscura o la supersimetría, lo que se supone, constituyen la clave para entender lo que los físicos llaman el universo oscuro, o desconocido. Cabe señalar que el cosmos, constituye el 95% de ese universo desconocido.
Superar el bosón de Higgs
El acelerador funcionará en esta búsqueda hasta fines de 2018. En los ensayos anteriores el objetivo de los científicos fue descubrir el bosón de Higgs. Esta vez, no hay otro objetivo que la materia oscura, la que nadie se imagina como es.
Según explicó en rueda de prensa el director del CERN, Rolf Heuer, puede que para el 2018 no se haya descubierto nada nuevo, pero eso no impedirá seguir con las investigaciones, porque el plan de trabajo prevé continuar hasta el año 2035 operando el LHC. La máquina tiene todavía trabajo para largo.
Swisslatin (06.04.2015)