Después de África Subsahariana, América Latina tiene la tasa más alta de embarazo adolescente

Una joven indígena de San Lorenzo, Datem del Marañón, en Perú, espera su segundo hijo. (foto OPS)
Hay una preocupante tendencia ascendente en los embarazos de las niñas de 14 años o menos, señala el estudio realizado por la OPS, UNFPA y la UNICEF en América Latina y el Caribe.
Un 15% del total de los embarazos en la región, son de menores de edad. La mayoría ocurren en Guatemala, Nicaragua, Panamá y la República Dominicana. Además, existe una preocupante tendencia ascendente en los embarazos de las niñas de 14 años o menos, advierte el estudio.
A pesar del reciente crecimiento económico y progreso social que se ha logrado en varios frentes, América Latina y el Caribe es aún la segunda región del mundo con mayor cantidad de embarazos adolescentes, confirma un nuevo informe la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y los Fondos de la ONU para la Población (UNFPA) y la Infancia (UNICEF).
La tasa mundial de embarazo precoz se estima en 46 nacimientos por cada mil niñas mientras que en la región la cifra es de 66,5 por cada mil menores de entre 15 y 19 años.
“Es una expresión de falta de protección de los adolescentes jóvenes. Muchos de estos embarazos son resultado de violaciones y por eso tenemos una preocupación en términos de justicia social, pero también tenemos una preocupación en relación con la sobrevivencia, ya que la tasa de mortalidad materna es más grande en las adolescentes menores de 16 años”, dice Sonja Caffe, asesora regional en salud adolescente de la OPS.
La mortalidad materna es una de las principales causas de muerte en las Américas: en 2014 fallecieron cerca de 1900 adolescentes y jóvenes como resultado de problemas de salud durante el embarazo, el parto y el posparto.
El informe destaca además que en algunos países las menores sin educación o solo con educación primaria tienen cuatro veces más posibilidades de quedar embarazadas tempranamente y que las niñas y adolescentes indígenas o de comunidades rurales o pobres, se ven afectadas de forma desproporcionada por el embarazo precoz.
“Necesitamos entender cuáles son las dimensiones quizás culturales o de la realidad de los grupos étnicos que generan esta vulnerabilidad del embarazo temprano. Necesitamos entender la situación para desarrollar una solución que tenga que ver con respeto, porque debemos respetar la cultura, pero también una solución que proteja a las adolescentes que no quieren ser madres, para evitar o posponer el abrazo”, agrega Caffe.
Además, resalta Marita Perceval, la directora regional de UNICEF, muchas jóvenes tienen que abandonar la escuela debido al embarazo, lo que tiene un impacto a largo plazo en las oportunidades de completar su educación e incorporarse en el mercado laboral, así como participar en la vida pública y política.
“Como resultado, las madres adolescentes están expuestas a situaciones de mayor vulnerabilidad y a reproducir patrones de pobreza y exclusión social”, expresa en un comunicado.
La mayoría de los países con mayor incidencia de embarazos adolescentes en América Latina están en América Central, encabezados por Guatemala, Nicaragua y Panamá. En el Caribe, República Dominicana y Guyana y en América del Sur, Bolivia y Venezuela tienen las tasas más altas.
Cómo desacelerar el aumento de los embarazos adolescentes en la región
El informe da una serie de recomendaciones que van desde apoyar programas multisectoriales de prevención que trabajen con los grupos más vulnerables, hasta un mayor acceso a métodos anticonceptivos y educación sexual, entre otros.
“Formulamos recomendaciones que tienen que ver con la aceleración, con la identificación de las barreras y también el abordaje intersectorial porque sabemos que podemos hacer y debemos hacer más”, asegura la asesora regional de la OPS.
Entre las intervenciones sugeridas se encuentran intervenciones dirigidas a los grupos más vulnerables para garantizar que los enfoques se adapten a su realidad y aborden sus desafíos específicos.
Swisslatin / ONU news (01.03.2018)