Apoyo internacional para mejorar la respuesta a desastres de comunidades indígenas vulnerables
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) lanza en Bolivia un plan humanitario para indígenas.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM), anunció en Ginebra, su participación, junto a otras agencias de la ONU, en un proyecto destinado a mejorar la preparación y resistencia a desastres naturales de comunidades indígenas vulnerables en Bolivia.
La iniciativa, que cuenta con el apoyo de la Comisión Europea de Ayuda Humanitaria (ECHO), beneficiará a 7.900 familias en zonas de riesgo, con un efecto indirecto sobre otras 41.000 familias que viven en centros urbanos en las municipalidades de las inmediaciones.
El proyecto, presentado oficialmente esta semana, está ubicado cerca de las cuencas de los ríos Beni y Mamoré, en los departamentos de Beni y La Paz, y forma parte de un plan humanitario del 2015 al 2016 para América del Sur.
Colaboración internacional
La OIM será responsable de la capacitación para la instalación de refugios tempoales dirigido a municipalidades locales y participará conjuntamente con otros organismo y agencias de la ONU, como el Programa Mundial de Alimentos (PMA). Además, el objetivo de la OIM apunta fortalecer las capacidades de resistencia a las recurridas inundaciones y el impacto que tienen en los medios de subsistencia, la salud, la nutrición y la disponibilidad de agua potable.
Un costo enorme para la región
Según la división de desarrollo sostenible para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, el problema no está sólo circunscrito a Bolivia y a los países vecinos. En América Latina, el costo de los desastres naturales ha sido estimado en más 2.000 millones de dólares por año.
Según un estudio del Banco Mundial, la exposición de la población latinoamericana a ciclones y terremotos se duplicará para 2050. En particular, los desastres naturales son fenómenos cada vez más dañinos en Centroamérica, una región con un gran potencial de crecimiento económico.
Entre los múltiples riesgos que afronta la región, se señala a los huracanes, los riesgos de terremotos, de inundación y sequías y riesgos de deslizamientos. Muchos de estos países son los más vulnerables en el planeta.
En los planes de desarrollo
Diversas agencias de la ONU insisten en la necesidad de adoptar medidas de prevención en la región, para lo cual es imprescindible que los países incluyan la vulnerabilidad y la gestión de riesgos en sus planes de desarrollo.
La Oficina de la ONU para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR) sostiene proyectos que insten a las organizaciones de la sociedad civil, a actuar proactivamente, a fortalecer las capacidades ciudadanas, a considerar el riesgo de desastres en los proyectos de infraestructura e impulsar la planificación del desarrollo sensible a las amenazas naturales.
Por su parte el Banco Mundial apoya una serie de iniciativas, como por ejemplo la Iniciativa CCRIF, que ayuda a lograr que los países tengan seguros contra estos desastres y compartan los riesgos.
Swisslatin / UN News (25.06.2013)