Antonio Guterres: no se puede negar a nadie la oportunidad de aprender

La educación no puede esperar y no se le debe negar a nadie. Aqui jovenes estudiantes en un colegio de Camerún. (foto ONU/ Daniel Beloumou)
No importa que el motivo sea la guerra, el desplazamiento forzoso, el cambio climático o los desastres naturales, todos tienen el derecho a la educación. Pero unos 78 millones no van a la escuela por esos motivos.
En un vídeo mensaje apoyando la petición de recaudar más fondos para la educación en situaciones de emergencia, el Secretario General de la ONU, António Guterres, declaró que no se debe negar a nadie la oportunidad de aprender.
Al hacer sus comentarios en la Conferencia de Alto Nivel sobre Financiación de la Fundación ´La educación no puede esperar´, que se celebra este jueves y viernes en Ginebra, António Guterres señaló que hay 222 millones de niños y niñas en la actualidad que experimentan la carencia de una educación adecuada.
De ellos, 78 millones no van a la escuela en ningún momento debido a los conflictos, los desastres climáticos y los desplazamientos, aseguró Guterres.
La educación, un derecho fundamental
“Sin importar quién eres, sin importar dónde vivas, sin importar qué barreras se interpongan en tu camino, tienes derecho a una educación” dijo el titular de la ONU en un llamado para redoblar los esfuerzos internacionales y garantizar que más niños y jóvenes vulnerables tengan la oportunidad de salir adelante.
El Secretario General celebró el hecho de que, desde su creación en 2017, la Fundación haya capacitado a 87.000 profesores y dado a siete millones de niños en crisis «la educación que merecen».
El primer día de la conferencia, cuando 18 países y el sector privado se comprometieron a aportar más de 826 millones de dólares, Gordon Brown, enviado especial de las Naciones Unidas para la Educación Mundial y presidente del Grupo Directivo de Alto Nivel de la Semana Europea de la Educación, expresó su satisfacción con el apoyo internacional al aprendizaje universal, al que calificó como una inversión para una paz sostenible.
«Estamos hablando de los niños más aislados, desolados y abandonados del mundo. Hablamos de niñas que son víctimas de la trata o se ven obligadas a trabajar o a contraer matrimonio, a menos que podamos ayudarlas», prosiguió.
En las buenas y en las malas
Antes del golpe de estado en agosto 2021, “Afganistán era un lugar al que llamaba hogar”, explicó ella, “donde podía perseguir mis sueños y contribuir al desarrollo de mi comunidad. Sin embargo, desde que los talibanes tomaron control, la situación se ha vuelto terrible y me duele el alma por el sufrimiento de los que están atrapados en dicha situación.”
Para Faruqui, las mañanas empezaban alegremente “con una sensación de emoción y propósito, sabiendo que ese día iría a la escuela. La escuela no era solo un lugar de aprendizaje, sino un santuario donde podía ser yo misma, hacer amigos, y soñar en grande. Apreciaba la oportunidad de aprender cosas nuevas, y cada día me parecía un regalo precioso”.
“Pero más que eso, la escuela fue donde hice las conexiones más significativas de mi vida, con mis amigas que compartían mi pasión por el conocimiento y el crecimiento. Nos reíamos juntas, llorábamos juntas y nos apoyábamos en las buenas y en las malas. Estar con ellas me hacía sentir completamente viva y libre”.
“Ahora, al recordar aquellos días, mi corazón se engrandece de gratitud y nostalgia por aquellos preciosos momentos. Sé que no todas las niñas tienen las mismas oportunidades que yo tuve, y eso me rompe el corazón”, cuenta emocionada.
“Ir a la escuela y pasar tiempo con los amigos no debería ser un privilegio, sino un derecho básico. Siempre atesoraré esos recuerdos y trabajaré para crear un mundo en el que todas las niñas tengan la oportunidad de experimentar la misma magia que yo viví”.
Swisslatin / ONU Noticias (17.02.2023)