El
próximo mes de septiembre diferentes organizaciones que
se ocupan de la sexualidad en Suiza comenzarán a ofrecer
asistencia sexual a las personas minusválidas que lo
soliciten. La formación de asistentes sexuales
especializados se realizó en las ciudades de Ginebra,
Lausana y Basilea.
En Ginebra ha sido la Asociación
ASPASIE, especie de sindicato de mujeres que viven del
comercio del sexo, que se ha encargado de la formación
de especialistas en procurar satisfacción sexual a las
personas minusválidas.
En
la ciudad de Lausana, la institución formadora es la
“Asociación Flor de la calle”, mientras que en Basilea
lo es la asociación “Sexualidad y Handicap plural (SEHP),
todas habilitadas legalmente y reconocidas
profesionalmente para formar especialistas en la
atención a discapacitados.
Hombres y mujeres
Catherine Agahte, presidenta de la SEHP que las
diferentes organizaciones habían iniciado la formación
de asistentes el mes de octubre del 2007, pero solamente
a partir del mes de septiembre de este año se dará
inicio oficialmente a este tipo de prestaciones.
La
SEPH ha preparado 9 especialistas, cinco mujeres, 3
hombres y un homosexual. “No todas ejercen la
prostitución, pues hay mujeres movidas sólo por el deseo
de entregar ternura y placer a personas que debido a su
discapacidad no pueden tener relaciones sexuales de
manera normal”, precisó.
En
Ginebra, la asociación ASPASIE, ha sido una de las
pioneras en Suiza en promover este tipo de servicio a
los minusválidos, pero hasta ahora a título privado por
iniciativa de sus asociadas. A partir del mes de
septiembre, la oferta se realizará de manera
institucional en colaboración con organizaciones
oficiales que se ocupan de la discapacidad.
Formación universitaria
La
organización ginebrina solicitó los servicios de la
Facultad de Psicología de la Universidad de Ginebra, que
impartió varios cursos a las futuras asistentes
sexuales. “No se trata solamente de satisfacer una
demanda puramente sexual de ciertos discapacitados, sino
que, además asegurar un seguimiento social”, precisó la
responsable de la ASPASIE.
Los cursos efectuados por 17 asistentes sexuales en la
Universidad de Ginebra comprendían entre otras, materias
como la sensualidad, el erotismo, el descubrimiento de
la sexualidad, las diferentes posiciones a adoptar
frentes a casos específicos de discapacidad, y cursos
destinados a comprender la psicología de los
minusválidos frente al sexo.
Las asistentes sexuales trabajarán en el marco de las
organizaciones oficiales que se ocupan de los
minusválidos, como es el caso de Pro-Infirmis,
institución pionera en ocuparse de esta problemática en
los años 80. En Basilea se ha adherido la asociación
“Fachstelle Behinderung & Sexualität.
Asociaciones de interés público
Pro-Infirmis fue acusada en 1981 de inmoral y de
fomentar la prostitución por algunos sectores
conservadores de la sociedad suiza, cuando autorizó para
sus pacientes la posibilidad de recurrir a prostitutas
para satisfacer la demanda de algunas personas a su
cargo.
El
tiempo ha pasado y las costumbres también han
evolucionado. Ahora son las organizaciones de ayuda y
protección a las prostitutas que han asumido el papel de
formadores de especialistas sexuales, en un campo
sensible y sujeto a interpretaciones moralistas, como es
el caso del universo de personas discapacitadas.
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