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Comunidades
gitanas reprochan trato que reciben en Suiza
La
crítica llega en momentos que el Gobierno aspira a ser miembro del
Consejo de los Derechos Humanos de la ONU.
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Los gitanos suizos nómadas son cerca
de 5 mil personas (Anukan)
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Las
comunidades gitanas en Suiza, aprovechan la ocasión en que el
gobierno suizo promueve su candidatura para ser elegido entre los
miembros que integraran el nuevo Consejo de los Derechos Humanos de la
ONU, para denunciar las formas de discriminación de que son víctimas.
El
representante y fundador del Foro Europeo de los
Romas y Nómadas, May Bittel, denuncio la semana pasada en Ginebra,
que a los gitanos suizos se les continúa impidiendo instalarse
temporalmente en algunos cantones.
May
Bittel indicó que si bien esos grupos tienen derecho a viajar a través
del territorio de la Confederación Helvética, no siempre pueden
detenerse para instalarse temporalmente en un determinado lugar,
debido a las prohibiciones especiales que existen contra los gitanos.
Cabe
señalar que en Suiza viven unos 35.000 gitanos, de los cuales sólo
entre 3.500 y 5.000 mantienen un modo de vida nómada. En su mayoría
son ciudadanos suizos y los niños de los grupos nómadas no reciben
educación por “no tener domicilio fijo legal”.
Falta
de espacios apropiados
A
juicio del dirigente de los gitanos, en la mayoría de las ciudades
suizas, tanto en la región francófona como germanófona, las
comunidades nómadas no disponen de espacios apropiados acondicionados
para instalar sus caravanas por algún tiempo.
Sostuvo
que esas comunidades se enfrentan a diario a problemas de ese tipo,
como les ocurría en los años setenta, cuando iniciaron su lucha para
el reconocimiento de su cultura.
Por
ello, My Bittel instó a las autoridades federales y locales helvéticas
a que actúen y tomen las medidas necesarias para que se garanticen
los derechos de los gitanos, como lo ha hecho el cantón de los
Grisones al prever lugares especiales para los gitanos locales y para
los que lleguen de otros países.
El
pasado negro de Suiza con sus gitanos
Cabe recordar que en el
2001 la "Comisión Bergier", en su informe sobre el
comportamiento del gobierno helvético durante la Segunda Guerra
Mundial, denunció que las autoridades suizas llevaron a cabo una política
sistemática de restricción en contra de los gitanos. Según el
informe, incluso fueron expulsados nacionales de origen gitano.
El
informe Bergier sobre la política helvética frente a la comunidad
gitana en la época del nazismo, sostiene que Suiza siguió una política
de reenvío sistemático dirigida en contra de los gitanos llegados
del exterior, sin nacionalidad, e incluso en contra de aquellos en
posesión de la nacionalidad helvética.
Según el documento, las autoridades suizas de la época no tuvieron
consideración sobre el destino de la comunidad gitana ante la hegemonía
nazi.
El informe sostiene que Suiza fue uno de los primeros países europeos
en haber practicado una política de rechazo y expulsión reservada a
los viajeros gitanos.
El estudio de la actitud de Suiza ante la comunidad gitana, forma
parte de las investigaciones de la Comisión Bergier, creada en 1996
por el Parlamento suizo para situar el comportamiento de las
autoridades helvéticas en la época de Holocausto.
Primera
ley contra los gitanos decretada en Lucerna
El
documento fue dado a conocer a finales del 2001, donde se reconoce que
la
primera ley en contra de los gitanos se promulgó en 1471, en Lucerna,
Suiza.
Este
hecho marcó el precedente de lo que sería una serie histórica de
leyes que restringieron la movilidad y la expresión de la cultura,
creencias y forma de vida del pueblo gitano.
Esta
ley fue seguida por el traslado de 17.000 gitanos a Moldavia en
calidad de esclavos. Leyes de similar naturaleza se implantaron en
Brandeburgo, en 1482, y en España, en 1492, el año en que se decide
expulsar a judíos y musulmanes de la Península
Ibérica, y en Suiza nuevamente en 1913.
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Derechos
Humanos
Suiza
tampoco está libre de reproches
Suiza
es uno de los candidatos dados como seguros para integrar el nuevo Consejo
de los Derechos Humanos que se elegirá en Ginebra el próximo mes de mayo.
Sin embargo la Confederación tampoco está libre de reproches.
El
informe del Consejo Económico y Social de la ONU sobre Racismo,
Discriminación Racial, Xenofobia y formas conexas de intolerancia, señala
que Suiza tiene aún progresos que realizar.
En
particular en temas como anti semitismo, y derechos de los niños,
extranjeros y gitanos, pero en particular sobre prácticas xenofobas y
racistas. Sobre este último punto, el informe del relator especial de la
ONU Doudo Diène que investigó este tema en Suiza quedó en suspenso, con
la reciente disolución de la Comisión de los Derechos Humanos.
El
informe presenta también el estudio sobre las posibles discriminaciones en
el ámbito del derecho sobre los extranjeros (reagrupamiento familiar) y el
derecho de los niños extranjeros a ser educados y a no ser separados de sus
padres.
También
se menciona la discriminación en materia del derecho de los extranjeros, si
bien se reconoce el esfuerzo y contribución helvética en la elaboración,
a nivel nacional, de un instrumento apropiado para la observación
permanente del racismo, la xenofobia y el antisemitismo.
Los
candidatos al Consejo
La portavoz de la Asamblea
General de la ONU, Pragati Pascale, ha informado de que un
total de 21 estados miembros han presentado su candidatura ante ese
organismo para formar parte del nuevo Consejo de Derechos Humanos. Pascale
confirmó cuatro países más se han declarado candidatos por
Europa Occidental: Alemania,
Grecia, Portugal y Suiza. El Consejo será elegido el próximo 9 de mayo y se reunirá
por primera vez en Ginebra
el 19 de junio.
Para garantizar la representatividad mundial, una resolución
de la ONU ha concedido 8 puestos en el consejo a América
Latina y el Caribe, 13 a
África y el mismo número a Asia.
Las naciones occidentales tienen 7 asientos y Europa
Oriental contará con 6.
Argentina, Brasil, México, Perú
y Nicaragua buscan 5 de los 8 puestos para su región. El único
candidato africano es Argelia, y los candidatos asiáticos son
Bangladesh y Pakistán. Los cinco países que por el momento
han solicitado los puestos para
Europa Oriental son
República Checa, Georgia, Hungría, Ucrania y Letonia.
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