¿Quién no ha soñado alguna vez ver se cuerpo
transportado al lugar de sus sueños como por arte de magia? Parece de
la ciencia ficción, como lo fue hace años el envío de fax o de
fotografías a través de Internet...
De todas formas es la búsqueda
incesante de la ciencia y un paso para soñar ha sido dado en la Universidad de Ginebra
por especialistas de la física cuántica.
En efecto, la mayor teletransportación cuántica de la
historia ha sido conseguida recientemente por el equipo del profesor
Nicolas Gisin, y su Grupo de Física Aplicada de la Universidad de
Ginebra, integrado además por H. Zbinden, A. Beveratos, J. van
Houwelingen, (foto).
La identidad cuántica de un fotón fue trasladada a otro
fotón distante dos kilómetros, desde los laboratorios de la
Universidad a una central de telecomunicaciones.
Concepción del tiempo y del espacio
Se trató de una primicia en el mundo de la física,
pues por primera vez en la historia se ha conseguido la teletransportación de un fotón a larga distancia, lo que constituye
un fuerte impulso para el desarrollo de la criptografía y los
ordenadores cuánticos.
Se trata igualmente de un paso importante para
la creación de nuevos sistemas de telecomunicaciones capaces de
obtener la transmisión instantánea de datos.
De esta forma, la teletransportación no sólo
se consolida como fenómeno físico controlable, sino como un nuevo
desafío a la concepción del mundo basada en el tiempo y el espacio.
Lo que ha conseguido el equipo de físicos del profesor
Gisin es transferir las propiedades de un fotón a otro fotón que
estaba distante dos kilómetros. La experiencia constituye toda una
proeza porque hasta ahora las distancias en que se conseguían estos
fenómenos eran mucho más cortas.
El problema del trayecto recorrido
En un principio se creía que los objetos estaban constituidos de
materia y de forma, pero en la actualidad los físicos hablan de energía
y de estructuras para definir la realidad. Sin embargo, esta concepción
avanzada del mundo no lleva implícita la posibilidad de que la
materia pueda ser llevada de un lado a otro sin haber recorrido un
trayecto.
Para concebir la posibilidad de que un fotón pueda ser transportado
dos kilómetros sin haber recorrido ningún trayecto, los físicos de
Ginebra se han apoyado en sus conocimientos de la mecánica cuántica,
que ofrece un marco teórico en el que la teletransportación es
concebible.
La idea no es nueva
La idea de la teletransportación no es nueva y se remonta a 1993,
cuando se descubrió que el estado cuántico de un objeto, es decir,
su estructura más elemental, podía en teoría ser teletransportada.
De esta forma se imaginó que una entidad muy pequeña podía ser
transportada de un lugar a otro sin moverse de su posición original.
En realidad, de lo que se habla es de transportar su estructura, es
decir, su esencia última, y no la materia del objeto, que permanece
inamovible tanto en el punto de partida como de llegada.
En base a este razonamiento, desde 1997 se ha comprobado que la
teletransportación es posible, siempre referida a partículas cuánticas
separadas entre sí no más de un metro.
Lo que ha conseguido ahora el equipo del profesor Gisin es
precisamente transportar el estado cuántico de un fotón entre dos
laboratorios unidos entre sí por una línea de fibra óptica de dos
kilómetros de largo.
Transporte de dobles
En realidad, los dos laboratorios, y por ende las partículas
del experimento, estaban separadas entre sí 55 metros, pero el cable
que separó a los dos fotones gemelos tenía una extensión mayor para
simular una distancia de dos kilómetros y verificar que a esta
distancia la teletransportación también es factible.
El experimento constituye un fuerte impulso al desarrollo
de las telecomunicaciones, la criptografía y la informática,
particularmente a la emergencia de los llamados ordenadores cuánticos,
si bien la técnica de teletransportación deberá ser todavía
perfeccionada.
La teletransportación cuántica permite en efecto la
transferencia de información por este sistema, ya sea para el envío
de datos (telecomunicaciones), ya para el envío de instrucciones a un
ordenador, que de esta forma aumentaría hasta el límite su velocidad
de funcionamiento.
Swisslatin |